Todos mis minutos bailan contigo
una danza extraña,
se aferran a ti resbalando
por las gotas de tu corazón helado.
Te abrigabas del frío
con el calor de mis lágrimas,
aquellas que morían en las puertas
al contacto con el aire
que exhalaba tu nariz,
y en cada estoy bien
que yo tejía
y que tu te ponías de bufanda
yo me dejaba la piel..
incluso sonreía..
y la mueca hacía daño
en algún lugar profundo.
Me reduje a una nube de sueños
en los que tu
besabas la palma de mis manos..
pero mis ojos nunca entraron en los tuyos
mas allá de la pared de tus pupilas,
y tus ojos..cobardes..
se apartaban de las mías
para no sentir los gritos del dolor
que mantenía encadenado
en el sótano de mi cordura.
Me fui..por que no soportaba
pensar que te marcharas,
huyendo de la lástima que mi amor
te provocaba,
y ahora estoy aquí
en el otro lado de las cosas,
en el margen reducido del libreto
donde esperaba escribir
nuestras canciones.
Soy el fantasma quieto
que se mantiene en pie a pesar
de la velocidad en que la vida pasa,
rozando a penas mi estructura,
soñando cada noche
en mi sinfín de noches
que tu besas la palma de mis manos.
Hay días que la fiebre remite..pero..hay noches..
hay noches que la angustia manda y se apodera..
porque no estas..
porque estas al otro lado de todo,
en la cara oculta de la luna,
en el último renglón del final del cuento,
en la firma de una carta inacabada,
no eres mas tangible que el sonido estático
de un teléfono colgado..
el fantasma de la curva en una recta interminable..
te construyo en mis sueños con jirones de nubes,
ahora blancas,ahora negras..
no me asustan ya las tormentas
y no quiero mas cielos despejados..
adoraré los truenos y relámpagos
en las oscuridades de los tiempos..
puede que seas luz..puede que infierno..
pero me dejaré llevar en mares procelosos
como difunta en la barca de Caronte..
quizá despertaré cuando te encuentre..
o quizá no quiera..
la realidad siempre es mas fría que los sueños..
Hay un río en mi que quiere salir y anegarlo todo,
arrastrando todas las piedras del fondo,
removiendo las algas podridas que hacen
que cada latido empuje y atraiga un limo verdoso,
demasiado tiempo dejando que se asiente
este poso brumoso que a la menor alteración
hace que todo se enturbie,
en la calma aparente parece que todo está limpio,
pero hay seres que se arrastran cuando nadie mira,
seres escamosos de ojos ciegos y dientes afilados,
todos los miedos que parecían muertos y enterrados
dejando crecer miembros de uñas carcomidas,
la ansiedad es el hambre de sus bocas negras,
me comen,
no hay salvación,
no si mi río no rompe la presa que lo retiene
y arrasa con todo,
pero la presa se construyó de hierro y piedra,
y ahora la protección es una cárcel
donde engordan los monstruos,
mi río está ahí pero se ha estancado
y realmente no parece que vaya a arrasar con nada.
A veces
te imagino como un maldito calavera,
no eres bueno para mi,para mi calma,
y todo el universo se confabula para vetarte,
poniendo barreras y muros,para que no te alcance,
no eres nada bueno,sin ser malo,
eres un maldito calavera,
pero te respiro en cada inhalación
y cuando exhalo no sale nada de ti,
te quedas dentro como una enfermedad
autoinmune que me devora,
cinco centímetros menos de culo,
la cintura de mis pantalones
parece una carcajada enorme,
contagiosa porque me río al ver
como me convierto en un suspiro,
yo seré un fantasma y tu...
un maldito calavera,
susurrando decadencias al pecado
y a ti mismo,y a mi..
no eres bueno para mi,
te pavoneas del fango que llevas por chaqueta,
yo pasaría un dedo por ese fango
para llevármelo a la boca
solo porque es parte de ti,
mirando en el espejo reconozco
a la locura que me pinta ojeras,
te respiro de nuevo,
a veces tan profundamente
que siento que te clavas dentro
como si te agarraras de mis entrañas
con uñas afiladas,
pero sonrío y se que eso no es bueno,
la locura se quedará a vivir
y contigo somos tres..
demasiado para un cuerpo tan pequeño..
Melena de fuego
anaranjado,
llamas resbalando en rizos,
como lava ardiente,
rizos enroscados,
abrazados,
encadenados
a pezones soberbios
anaranjados,
en odres blancos
como nata tibia
punteada de canela,
caderas terrenales
impolutas,
sinuosas,
marco de mármol
de tu sexo embriagador
anaranjado,
aromático,
como especiado,
todo sobre columnas
níveas y absolutas,
y en la cima
coronando,
juguetonas y magnéticas,
las pestañas largas
anaranjadas,
de tus ojos verdes
que me matan,
por los que suspiro
mientras muero,
y en la muerte limpia,
tranquila,
sosegada,
sueño con tu boca
húmeda,
fresca,
anaranjada...
No es por ti,es por mi y es cierto,
solo yo coloqué los hilos a la marioneta en que me convertí,
dormía sin dormir en mi cuarto oscuro esperando que llegaras a hacerme bailar,
tu sonrisa era mi música y bailaba y reía y te hacía mohines
y recogía tus besos en mi corazón de madera que por ti se hacia carne y sangre,
y me empapaba de tus ojos que eran la savia que hacía brotar mis rosas
y recogía mis espinas para que no las vieras,para que no te dolieran,
espinas afiladas que se hacían dueñas de la oscuridad cuando cerrabas la puerta
a tu espalda
y mi cuarto oscuro volvía a ser cárcel,me quedaba allí,colgada de mis hilos
y mi cuerpo se encogía y se secaba,sentía crujir mis músculos contra mis huesos
en un afán de apretarse hasta desaparecer en la inexistencia,
y mis brazos que no te abrazaban eran ramas secas
y mi boca era un nido vacío de golondrinas
y mis ojos botones perdidos de alguna chaqueta que ya no abrigaba a nadie,
en mis silencios recordaba tu lluvia de amor
que hacía que brotara el agua entre mis piernas
convirtiendo mi boca en miel y especias que robaba de tu boca
y mis ojos se hacían reales y excavaban en los tuyos con la intención de
arrancarte todos los secretos
y mis manos eran alas que volaban a tu pecho e incansables te aprendían,
estudiaban cada recoveco memorizando tu piel para pensarte luego
en tu ausencia, que era la ausencia de todo,del amor,de la alegría,
de la humedad de mis rincones.
Pero me esfuerzo!
Aún sabiendo que hago mal en tejer hilos que me sujetan y no me dejan ver
el mundo,
un mundo que no importa sin tu sol,
y ahogo mi tristeza contra la almohada para que muera en mi y tu no la sientas,
para que no sea la nube que cubra tus amaneceres,
y me conformo,te digo,y es mentira,con los momentos pequeños
tan grandes y tan hermosos que nos conceden los dioses de piedra insensible.
Me esfuerzo en ser la luz que tu quieras ver en tu propio mundo oscuro.
Simplemente no existí
y fue aterrador,
darme cuenta
que en un periodo
del espacio tiempo
simplemente no existí,
no estaba en ningunos ojos,
ni en ninguna boca,
no crucé palabras,
no fue para mi
ni por mi
ni conmigo
ninguna sonrisa
y absolutamente nadie
me pensó,
simplemente no existí.
Fue un tiempo oscuro,
fue un tiempo interminable,
y sentí como mis ojos
presionaban hacia atrás
en mi cabeza,
presión,
liberación,
y excavando
en las profundidades
con uñas y dientes
encontré dos lágrimas
que huyeron,
cobardes!
a mojar mi almohada
y vi marchar mis lágrimas
y fue aterrador
darme cuenta
de que eso era todo,
unas pobres lágrimas
abandonadas
en este cuerpo seco,
escarmentado.
La angustia
me presionaría
por no encontrar
las compuertas
que abrirían los ríos
que limpiarían,
que calmarían
toda esta...
vorágine que no entiendo.
No entiendo el ansia,
no entiendo la dependencia,
no entiendo
la mortal falta de ti.
Las ausencias
que se hacen carcoma
y me devoran..
Solo se
que no hay nadie,
que no hay nada,
y si no hay nadie ni nada,
que me queda?
El no existir.
Y es aterrador.
Un gotear lento de relojes
en inhóspitos
mares de tiempos.
Tiempos caprichosos,
inestables..
que corren como ríos
y cascadas
y de pronto desembocan
en este gotear lento..
lento..
inmutable,desquiciante.
Miles y millones
de agujas quietas,
perezosas.
Lunas que se van,
soles que llegan
y ellas,las agujas,
adormecidas,
casi muertas.
Números borrosos
que como yo
bostezan,
entumecidos,
sin ánimo para desperezarse.
Segundos vagos,
minutos lentos,
horas improductivas.
Mañanas como tardes,
tardes como un charlar bajito
en una iglesia.
Silencios.
Soles que se van,
lunas que llegan,
miles y millones
de estrellas por contar.
Quise arrancarte de entre los abrazos
de todas esas ninfas que te ahogaban,
lejos de sus bocas jugosas y rojas,
de sus lenguas bífidas y mentirosas.
Quise arrancarte de entre las miradas
de sus ojos profundos y vacíos,
lejos de sus manos con dibujos rúnicos,
de su arañar de uñas nacaradas.
Quise arrancarte de entre sus cuerpos
húmedos,lascivos,sudorosos,
que te arrastraban a esos fondos negros
en voluptuosos bailes mágicos.
Quise arrancarte de sus palabras vagas,
de sus cantos mortales de sirena,
lejos de las perlas de sus cuellos
y del oro falso de sus fuegos fatuos.
Quise arrancarte y en cada intento vano
arrancaba de mi un poco,carne y sangre,
dejando al aire frío el hueso blanco
y un alarido mudo de agonía.
Quise arrancarte y me arranqué la vida
dejando de mi una sombra evaporada,
errante,imperceptible,suspendida..
que persigue anhelante tus pecados.
